ADIÓS DE LA A a LA ZETA
Las despedidas sin maletas son mejores
Con un beso en forma del último beso
Se escapa al bautizo
la no llamada anestesia
Las cartas son mortíferas
Los regalos peor, el aroma de quién se va queda
Ningún lugar es bueno para semejante rito
La tierra tiembla, se moja y es soplada por
Algún ocioso tifón
Con ganas de romper la magia
Los abrazos no se despegan
Los encargos dice que se fue
No se olvidan nunca
El mejor homenaje es el inolvidable
Recuerdo del pudo ser
La alegría como flash back
Duele como lanza en el costado
Volver a aquellos lugares
Un crimen
Sentir los cinco sentidos a dos manos
Quizá la mejor forma de sacar en procesión
Sin más ente que uno
Para ver su romántica divinidad como
Transita por calles y calles
Y así corremos tras un tren
Como en una vieja película
Para despedirnos para siempre,
Ignorando que el tren bala ya existe
Y que la despedida
Es el poema sagrado
Por sobre todas las cosas.