CARTAS A LÁZARO CÁRDENAS
Narciso Bassols García deja un legado epistolar de 1933 a 1959, año en que por accidente fallece de manera trágica. Sus primeras cartas que aparecen en el libro publicado por la UNAM y el IPN van dirigidas a su esposa, con la que se casa en el año de 1920, cuando cuenta con sólo 23 años de edad. El texto del que leo su correspondencia me llama la atención, ya que durante 26 años con quien mantiene un correo permanente es con el general Lázaro Cárdenas del Río, un primer texto aparece en el capítulo III en el tema Problemas económicos y sociales, cito la del 20 de agosto de 1935: Señor Presidente. Como ofrecí a usted, tengo el gusto de enviarle anexo el proyecto de Acuerdo que a mi juicio convendría dictar en el asunto del papel. Los proyectos de decretos de ejecución secundaria de esta idea, aparte de ser muy sencillos, están ya en la Oficina de Ingresos de Hacienda, pues este asunto lo venía yo tratando desde hace tres meses. A fin de darle mayor solidez a un paso tan importante y de tanta trascendencia política como éste, considero indispensable que mediante un acuerdo personal de usted, se exponga a la Nación el programa que va a desarrollarse, pues creo que si se limitara el Gobierno a construir sotto voce la compañía y a concederle el subsidio, se daría la impresión de que por temor a la crítica se obra en la oscuridad. Es mucho mejor enfrentarse abiertamente con el problema, ya que por fortuna la tesis del Gobierno Federal en este caso, es verdaderamente inatacable. Por las mismas razones he pensado que es preferible también, hablar francamente de la tendencia que lleva la PIPSA, de absorber con fines reguladores el precio del papel, a los productores de éste. Como quiera que todo se basa en actos de usted apoyados en facultades extraordinarias que concluyen el día 31 del presente, me permito recomendarle que el acuerdo y los decretos derivados de él los expida usted desde luego.
Son los tiempos de expresar su sabiduría en temas de economía, pues nos debemos de sorprender que es tan capaz en temas de la política, como de la educación y la cultura. Y en los asuntos de la economía lo prueban estas tomas de posición en favor del gobierno nacional para consolidar su presencia en asuntos tan espinosos como los que se referían a regular el tema del papel y su producción y distribución en la nación. Es claro en las palabras de Bassols García que sabía bastante del tema de economía, por lo que en carta fechada el 7 de octubre de 1935, no sin antes el 22 de agosto plantearle al General Lázaro Cárdenas del Río, un tema por demás relevante: Señor Presidente. Con esta carta tengo el gusto de enviarle a usted el proyecto de Ley de nacionalización de Bienes de que hemos hablado, en unión de otro proyecto de Exposición de Motivos que explica el sistema en que está basada la ley. Ley de Nacionalización de Bienes, es decir una política de Estado que abarca todo lo que aparece como patrimonio cultural y natural de la nación, como creo entender. Narciso Bassols no dejaba nada al abandono en los temas de la economía, tal es el hecho de la carta del 7 de octubre dice, y cito sólo unos pocos párrafos: Señor Presidente. Voy a permitirme tratar en esta carta tres cuestiones que considero de importancia: 1. Proyecto de Ley creando el Banco de Crédito Ejidal. Sé que ha sido elaborado o está elaborándose ese proyecto. Por su estrecha vinculación con el problema agrario en general, y con las ideas que estoy desarrollando en relación al Informe que rindió usted el 1º de septiembre —en la parte relativa al problema de la tierra—… en la segunda cuestión, escribe Bassols 2. Asunto El Boleo. Como usted recordará, le sometí a su aprobación un acuerdo mandando cobrar diversos impuestos a la Compañía Minera El Boleo, S.A. que opera en Santa Rosalía, B.C., y usted lo aprobó pocos días antes de que yo dejara la Secretaría de Hacienda. El acuerdo a todas luces justificado, sirve para obtener cerca de ocho millones de pesos que indebidamente se han dejado de pagar al Gobierno. Es decir, en sólo dos asuntos, la creación de un Banco para ejidatarios y el público en general como institución de servicio bancario, o en el tema de impuestos a empresas que ya en aquellos años esquilmaba y robaba impuestos que debería de pagar por justicia tributaria, pero que escondidos en el apoyo de administradores federales le negaban al Estado lo que era su obligación pagar. En la tercera cuestión, resulta admirable la cabeza de Bassols, pues parece estar en todo, en lo grande de los temas económicos, como en aquellos de la empresa minera de El Boleo, o en la siguiente cuestión de la que escribe: 3. Impuestos sobre el cinematógrafo. En el memorándum general que tuve ocasión de entregar a usted en julio último traté el asunto de los impuestos sobre la industria cinematográfica y de la conveniencia de que el Estado se imponga la tarea de hacer películas con buena orientación social y artística. En ese memorándum me permití recomendar a usted que no se suavicen las cargas fiscales que actualmente pesan sobre los productores y distribuidores de películas yanquis y mexicanas, pues respecto a las primeras es evidente que debe mantenerse, por lo menos, la situación actual, y en cuanto a las segundas tampoco merecen ninguna ayuda fiscal porque son películas tan desorientadas, perniciosas y estúpidas como las que hacen en Estados Unidos, aún cuando las fabriquen en México compañías imitadoras serviles de Hollywood.
Al reflexionar sobre la figura del educador, economista y político Narciso Bassols se llega al punto de que es poco simpático a aquellos intereses aviesos que siempre ha habido en nuestra patria, y que como lo consideraban un ‘metiche’ que en todo se metía para darle su espíritu de honestidad y justicia, terminaba no siendo grato a decenas de corruptos intereses que seguramente acaban por odiarle y desear su desaparición. ¿Será esto y mucho más lo que hizo que su carrera en las altas esferas del poder público de la nación le alejara dándole representaciones en Londres, Inglaterra, delegado de México en la Sociedad de Naciones, su autoexilio en España por tres años, el cargo de ministro de México en París y al final Embajador en Moscú por tres años, cuando imperaba el terror dictatorial de José Stalin todavía?… Y a todo eso debemos recordar que fue un ferviente defensor del Movimiento Mundial por la Paz del que fue fundador en 1949, y directamente elegido miembro del mismo en los dos últimos años de su vida.
Interesante leer, después de tantas cartas que tiene a lo largo de décadas con el General Lázaro Cárdenas del Río, la que leo con fecha 7 de junio de 1958, en ella le dice: muy estimado señor General, era mi propósito, hace una semana, aprovechar la conversación que por conducto del coronel Sánchez Gómez me permití solicitar de usted, para informarle detalladamente, entre otras cosas, acerca de los trabajos que hemos venido desarrollando en relación al Congreso Mundial por el Desarme y la Cooperación Internacional, que como usted sabe, se reunirá en Estocolmo a partir del 16 de julio próximo. Como el coronel me manifestó que usted se halla ausente, y no sé si tendré ocasión de saludarle de aquí al martes próximo, uso estas líneas para darle a conocer la forma en que el señor General Jara invitó a constituir el Comité Nacional de Ayuda al Congreso. A excepción del señor Licenciado Fabela, que nos manifestó estar incapacitado y recluido por enfermedad en Cuernavaca, todas las demás personas han aceptado la invitación y el próximo martes diez por la noche, en la Sala Sullivan de esta ciudad, instalaremos finalmente el Comité y trazaremos el programa de sus actividades. No necesito decirle, señor General, cuánta satisfacción nos causaría el vernos honrados con su presencia en esa reunión, así como la gran ayuda que, para el mejor éxito de nuestro trabajo, sería esa, u otra, manifestación de solidaridad de su parte.
Habían pasado los años y, los buenos mexicanos, seguían unidos por ideologías afines, principios que ponían al mundo y a México por encima de intereses personales, de facción o clase social. Leer las cartas de Narciso Bassols García son prueba de humanismo en el mundo crítico, cruel y duro de la política. Su vagabundeo en favor de la paz, le alejó de su lugar de origen; sin embargo, Tenango del Valle le debe múltiples reconocimientos.