DE UMBRAL EN UMBRAL
Paul Celan (Paul Antschel) nació en 1920 en Czernowitz capital de la Bucovina. Pertenecía a la minoría judía, expresión alemana, que sufrió los embates del nazismo durante la Segunda Guerra Mundial. Los padres del poeta murieron en campos de exterminio y él mismo soportó grandes penalidades, aunque sobrevivió al holocausto.
En 1948, se trasladó a París, donde trabajó como lector de alemán y traductor, al tiempo que publicaba en Alemania su obra poética. En 1970, puso fin a su vida arrojándose al Sena.
De umbral en umbral es el segundo libro de Paul Celan y fue publicado originalmente en 1955. En él, se depura y profundiza el camino emprendido en Amapola y memoria, al tiempo que el horizonte espiritual del poeta, ya afincado y casado en París, se amplía con nuevos temas y experiencias. De umbral en umbral confirmó –definitivamente– la justeza del rumbo tomado por la poesía de Paul Celan.
Selección de poemas
Traducción Jesús Munárriz
EPITAFIO PARA FRANÇOIS
Las puertas del mundo
están abiertas;
abiertas por ti
entre dos noches.
Las oímos golpear y golpear
y llevamos lo incierto,
y llevamos lo vivo a tu siempre.
Octubre 1953
***
BIMORFO
Haz que tu ojo en la habitación sea una vela,
tu mirada una mecha,
haz que yo esté lo bastante ciego
como para encenderla.
No.
Haz que sea distinto.
Sal de tu casa,
enjaeza tu sueño lunarado,
haz que sus cascos hablen
a la nieve que aventaste
de la cima de mi alma.
***
HABLA TAMBIÉN TÚ
Habla también tú,
habla el último,
dicta tu sentencia.
Habla—
Pero no separes el No del Sí.
Dale a tu sentencia también sentido:
dale sombra.
Dale bastante sombra,
dale tanta
cuanta en tu entorno sabes repartida entre
medianoche y mediodía y medianoche.
Mira a tu alrededor:
mira cómo cobra vida tu entorno—
¡Por la muerte! ¡Vivo!
Dice la verdad quien dice sombra.
Pero ya mengua el sitio donde estás:
¿Adónde ahora, tú, desprovisto de sombras, adónde?
Sube. Palpa hacia arriba.
¡Te haces más fino, más irreconocible, más tenue!
Más tenue: un hilo
por el que quiere descender la estrella:
para nadar abajo, abajo
donde se ve brillar: en la mar brava
de palabras peregrinas.
***
Oí decir que hay
en el agua una piedra y un círculo
y sobre el agua una palabra
que tiende el círculo en torno a la piedra.
Vi que mi álamo bajaba al agua,
vi como su brazo se aferraba a la profundidad,
vi sus raíces hacia el cielo suplicando noche.
No corrí tras él,
sólo recogí del suelo aquella migaja
que tiene la forma y la nobleza de tu ojo,
te quité del cuello la cadena de las sentencias
y orlé con ella la mesa donde ahora estaba la migaja.
Y no volví a ver a mi álamo.
***
LOS CAMPOS
Siempre el mismo, aquel álamo
al filo del pensamiento.
Siempre el dedo que se alza
en la linde.
Mucho más adelante
vacila el surco en la tarde.
Pero la nube:
pasa.
Siempre el ojo.
Siempre el ojo cuyo párpado
alzas al resplandor
de su hermano bajado.
Siempre ese ojo.
Siempre ese ojo, cuya mirada
envuelve al mismo álamo, a aquel.
— La nota biográfica fue extraída de la contracarátula del libro De umbral en umbral de Ediciones Hiperión — Madrid, 2008.