DESTENDIENDO LA PIEL

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La mirada que besa desde un trono sencillo

El sentarse me llama

Por las caricias que sólo se presienten y se imaginan

Por una luz desbocada, risueña y seria

Refresca y abriga alternadamente

Como un péndulo libre

A la manera de un imán sin dirección

Que por siempre se levanta por sobre todo

A toda hora puntual sin minuteros

Y así, todo se vuelve sábana o almohada en tu presencia,

como un desfile de modas

Sin pasarela, pero con todo el público de aforo elástico

Porque no hace falta ni clima ni luz ni oscuridad

Y de pronto ocurre, de pronto

Nos miramos las bocas

A un milímetro de tu piel

Nocturna y completa y deshojada

Sin abrir  todavía  las joyas, pero con todas tus respiraciones

Y allí surge el prodigio sobrio,

…se ven suspirar tus ojos

Y en ese instante, tu piel,

Tu piel me invita

me invita

Tímida y valiente,

y allí,

nuevamente

en ese tiempo

Abro todos los cierres, broches y botones

Y una garúa unta tu cuerpo

Echado y rendido y más despierto que nunca

Y nos compaginamos

Y nos descompaginamos,

y empieza como un capítulo nuevo siempre

De imprenta antigua

Con chispas inocentes

Y la cabecera se disuelve

Y nos ponemos de costado,

De frente, de espaldas

En multitud de abrazos

Y las caricias van con los dedos

Primero en desorden

Y luego en cierta simetría,

Libres, con las manos vacías que se llenan

Fuertes y débiles

Veloces y lentas, como una sinfonía

De solos y grupos,

De agudos y graves

Infinitos

Y con alguna batuta que se nos perdió quizá

Pero igual

Sonamos con brillos y opacidades de pequeño contraste

Como pausas,

Necesarias,

Oportunas,

Que se crearon a nuestro ritmo

Y que desespera

A un estilo creado, nuestros siempres

Que puedan existir

Como una partitura kilométrica

De frascos con olores

O mejor dicho sin frascos ni atomizadores

Que simplemente despiden

También fragancias

Y suavizan todo en el tocar

Y ponen en salvaje la ternura

Mirando cada parte que falta aún por llenar

Y saliendo en vez de palabras ciertas palabras también

Impronunciables

Sin significado posible

Con tu sabor y el mío mezclados

Y así entramos uno a uno

Yo en ti, tú en mí

Dando vueltas

Al movimiento más fuerte y débil

Con la locura en punto de vértigo final, pero

Que recién empieza

Profundo,

Absolutamente, profundo

hasta el tope más alto

Y sin desmayarnos,

hacemos todo de nuevo

Otras veces,

Pero sin repetirlo.