Detrás de unos anteojos

Una pequeña habitación en la frontera. Típico, confundir a un niño con un delincuente. Una persona con más edad, sin tu inglés quién sabe que hubiera sido. Supliste a mi padre en el asiento de avión y sin preámbulos tomaste su lugar. El guardia gracias al adolescente/adulto de lentes entiende que todo es un malentendido. Ese viaje sería un sin de aventuras jamás antes experimentadas, tales como un salibazo que termina en un ojo.

“Armandito es mi favorito”. Una pequeña oración que brinda seguridad y cariño. Tal vez lo dijo porque era al que de más tiempo conocía; sin querer ya eras mi familia. Un año antes, siempre que visitaba la casa a tres cuadras de la de Migou te encontrabas tú. Una cancha de fútbol 3 vs 3, vestido de verde  y rayas. Un juego parejo, ¿era por la apuesta? Dejarse meter goles a propósito para romper el trato resultó sencillo.

¿Cómo se festeja un cumpleaños ante una ausencia? Un restaurante de tacos enfrente de un antro, la carne roja y jugosa el principal platillo. Entre los tres mayores le festejan; ese día fue raro, nadie sabía que era…, tú sabes. Fue incómodo hasta que estuve con ustedes. ¿Cómo no sentir cariño? Un reloj de correas azules que me da mucha emoción como regalo de cumpleaños

Los años pasan y siempre seguiste allí. Fuera en campañas, en vacaciones o por motivos de trabajo, hasta viajes al extranjero. Te lo agradezco. Un gran golpe sobre un pecho, no sé si fue la marea o por la fuerza, terminé en la piso. Ese recuerdo me permite saltar el tiempo y recordar lo importante que eres para mí. Un largo recorrido de más de siete años, el tiempo si que es rápido, ¿no lo crees?

Un departamento, un nuevo hogar. “Puedes venir cuando quieras” Curiosamente muchas veces voy cuando no estás, pero cuando está es otro ambiente, otra vibra. Un viaje al estado no extranjero “No me has escrito nada” La escritura fluye cuando se trata de aquellos que quiere y afirmó que así es contigo.