+Doña Rosita González Castillo y los famosos tacos de El Sol; Adolfo López Mateos, entre los personajes que los consumieron

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La frase:

Los tacos de El Sol, una delicia, que aún hoy perdura, gracias a los nietos y bisnietos de…

DOÑA ROSITA

Los tacos dorados de El Sol, son una delicia de la cocina toluqueña, por esta razón decidí incluir su historia en mi libro Toluca 200historias de familia, publicado en el año 2013, mismo que quise recordar hoy.

Sus nietas Blanca, Paula y Leonor tienen un establecimiento que recuerda ese sabor en la colonia La Retama, mientras que Felipe Ontiveros, nieto también de doña Rosita tuvo su taquería en la colonia Independencia y ahora, es su bisnieto Víctor Ángel Ontiveros quien tiene su taquería en la calle 23 de Septiembre casi esquina con Venustiano Carranza en la colonia Morelos.

El texto siguiente como tal aparece en el libro. Le recuerdo tiene fecha 2013. Que usted disfrute de este recuerdo de la Toluca que se nos fue.

DOÑA ROSITA Y SUS FAMOSOS  TACOS EL SOL

Han transcurrido  más de  100 años y las manos  de 4 generaciones   han preparado  para deleite de miles de comensales los tacos de  El sol,   es un establecimiento que  actualmente se encuentra en la  calle Nigromante 210colonia Centro en Toluca, Estado de México  y que  sin duda alguna  se  ha convertido en un lugar de visita obligada de los habitantes de la ciudad de Toluca, para probar  los mejores tacos y tortas,  que a decir de sus clientes, son inigualables.

Su historia comienza  en 1907  por iniciativa de Doña Luchita, la señora María de la Luz  Gutiérrez,  suegra de Rosita  quien  le enseñó a  hacer los  tacos. El establecimiento era conocido como Nuevo Sol. Pero  no fue hasta  que Rosita González Castillo,  viuda  de Eliseo  Ontiveros, quien al sufrir  la pérdida de su esposo, tuvo que buscar la manera  de dar sustento a sus dos hijos, decidió separarse de su suegra y tomar  las riendas del negocio.

Los tacos de El nuevo  Sol  hicieron  su aparición  en un puesto ambulante  frente al Teatro principal y de ahí empezó a  institucionalizarse con un local  que actualmente ocupa la tienda Woolworth, después de que doña Rosita tomara la decisión  de  separarse de su suegra,  instaló el negocio  con el nombre El Sol  en la calle  5 de febrero   que permaneció alrededor de 40 años y  finalmente se encuentra  en la calle Nigromante, lugar que fue acondicionado  y que  lleva más de 31 años en funcionamiento.

Los tacos  El Sol tienen una tradición  que lleva más de un siglo de vida y es que   saben exquisitos porque se fríen  con manteca y las tortillas  son hechas a mano  y sobre todo por el uso de la  famosa salsa  de  chipotle inigualable.

La  variedad de tacos es extensa y antojable, para empezar están las flautas, los tacos de lengua, sesos, carne, mole, chorizo,  rajas de chile  poblano. Sin olvidar que el menú  también está compuesto de  tortas de milanesa, salpicón,  mole verde,  o de estopa, combinación de carnes de res  y huevo, con condimentos como  el jitomate y  la cebolla, pero si la exigencia del paladar del estómago va más allá, está la bomba, preparada con  albóndigas en salsa de chipotle o la reforzada que es la combinación de dos ingredientes.

Los tacos El Sol siguen siendo  recordados como  el lugar donde  además se vendían los refrescos de canica que desaparecieron  por  órdenes de  salubridad porque para destaparlos había que meterles el dedo en la botella.

Además de que  este establecimiento ha visto desfilar  un gran número de personalidades políticas  como el profesor Carlos Hank GonzálesEl diputado Velasco Lino, el señor Humberto Benítez Treviño, quien fue  procurador; estrellas fílmicas como Andrés SolerXavier López ChabeloLa ChilindrinaMemo Ochoa el periodista toluqueño, Fernando CasanovaPaco Malgesto y muchos empresarios.

El cliente más distinguido para doña Rosita  fue  el abogado y políticoAdolfo López Mateos quien fue presidente  de México  entre 1958 y 1964, siendo mandatario cuando se encontraba en  un restaurante  muy elegante de las Lomas  de Chapultepec  mandó llamarla porque quería  comer tacos  pero no sólo eso, además se dispuso  cargar con  todo el ambiente por lo que tuvo que ordenar el acarreo  del comal, del brasero, el carbón y hasta los platones con que  guisaba.

Fue una reunión que tuvo con los embajadores de todo el mundo en México y quiso presumirles los tacos de su tierra. Fueron calificados como un manjar de lujo.

Doña Rosita cuenta que  el licenciado Adolfo López Mateos estudiaba  en Toluca   y fue  cuando  concurría al negocio y que  incluso cuando ya  era presidente se iba a comer sus tacos en 5 de febrero  por lo que cerraban la taquería para que él pudiera comer cómodamente y degustar cada uno de ellos.

Actualmente la fundadora de los tacos El Sol  tiene 97 años de edad  y se mantiene lúcida  aunque con algunos problemas de salud, como la presión y gastritis, razón por la cual ya no  frecuenta el lugar donde  paso más de la mitad  de su vida. Sus nietas  la describen como una persona fuerte, que ayudó a mucha gente y extendió la mano a quien lo necesitaba.

En la actualidad  sus nietas Blanca, Paula y Leonor Ontiveros, están a cargo de los Tacos El Sol, las tres con carrera universitaria, pero eso no es ningún impedimento para continuar con la tradición de las manos de la esperanza. Además de que se encuentran satisfechas, pues aseguran que el reconocimiento de la gente es lo más importante.

Hoy en día elaboran alrededor  de  250 tacos con un costo de 18 pesos  y hasta  22 si los quieren reforzados, donde concurren  más de  100  personas. El modesto establecimiento da cabida  a  apenas  5 mesas  de plástico   acompañadas por 4 sillas  cada una, lo que no impide que tenga  una gran concurrencia  diariamente.

En lo que respecta,  no tienen planeado abrir otro establecimiento, pues  el comercio ya está muy competido y ya no se vende lo que se vendía antes, si hay ganancias,  pero son pocas en comparación con los años anteriores.

Así los tacos de El Sol permanecen en el gusto de la clientela, de hecho la quinta generación  ya está preparándose  para que en un futuro tome las riendas de este famoso deleite gastronómico, porque ese es el deseo más anhelado  por la fundadora del negocio, que sus tataranietos sigan con su tradición porque  los tacos  son su vida aunque ya no tenga la agilidad en sus manos para elaborarlos pero si su  esperanza en su familia.