El mundo maravilloso de Julio Verne
Quienes hemos tenido la fortuna de leer al autor en la juventud o en la tierna infancia, comprendemos que pocos como él han sabido escribir acerca de la soledad en tierra de nadie, o de qué va la vida.
EL PAIS DE LAS PIELES (1873)
El lugarteniente Hobson llega al Capotillo Bathurst en el Océano Ártico, con el plan de construir un poste comercial. Se construye el poste, pero una erupción volcánica acompañada de un terremoto provoca la rotura de la zona.
Esta novela nos lleva a los confines de la Tierra, nos encontramos con una historia escalofriante de aventuras y supervivencia.
Comentarios y curiosidades: este libro no es tan conocido; pero no por eso deja de ser bueno. Es uno de sus más bellos libros.
En esta historia se encuentra la lucha por la supervivencia y la equivalencia de emociones y necesidades entre animales y humanos: cuanto más nos acercamos al límite de nuestra vida social, cuando nos alejamos del artificio que rodea nuestra realidad, nos asemejamos más al resto de los animales y comprendemos que, en realidad, no somos tan diferentes. Todos queremos sobrevivir y hacemos lo que creemos apropiado para conseguirlo.
Es una aclamación de la fuerza y de la tenacidad, actitudes tan humanas y a la vez tan frágiles. El escritor nos lleva al límite de la razón, para que volvamos a preguntarnos como cuando éramos niños, con la misma inocencia de entonces: ¿para qué la vida?, ¿cómo la vida?, ¿hacia dónde la vida?
Dato extra: la mujer como personaje protagónico se hace presente en la novela. Recordemos que en el siglo XIX prácticamente las aventuras estaban reservadas para el género masculino; sin embargo, la presencia y tenacidad de Paulina Barnett, acompañada de su energía moral, apreciable carácter y humor agradable sientan las bases para otra novela de aventura donde las características femeninas alcanzan su culmen: Mistress Branican (una de mis favoritas).