EL PUEBLO AÉREO (1901)
Siete años antes de su muerte, quemó todos sus papeles personales y sus libros de cuentas. Se preparaba para el fin.
Los miembros de un safari en el Congo, descubren lo que parece ser una colonia de nativos que viven en los árboles.
Es el cambio de siglo, el mundo parece tener un futuro prometedor, podemos decir que, salvo algunos involucrados, nadie sospecha que están por venir las dos peores y más grandes guerras que la humanidad ha conocido.
Pero regresemos a la novela, el autor sigue adelantándose a su tiempo. Ya que nos presenta una comunidad de hombres-simios que habitan en las copas de los árboles. Dos exploradores, un americano y un francés, hombre de ciencia el primero y hombre de caza el segundo, van en busca del eslabón perdido, al mismo tiempo que asegura el autor que ninguna criatura que se halle será tal eslabón. Algo que la ciencia moderna ya ha aceptado, y que justifica aun más, su reputación de visionario.
No se me vayan a ofender si llegan a leer en la novela que un adulto de raza negra tiene la misma inteligencia que un niño blanco de seis años, recordemos que debemos leer (éste y todos los textos) comprendiendo a los autores desde su perspectiva, leyendo la novela, entendiéndola acorde a su tiempo, es decir sin juzgar los conceptos con la mentalidad de nuestro siglo. Además, recordemos que nuestro autor estaba en contra de la esclavitud: Norte contra Sur, Un capitán de 15 años, etc. Y que anunció el movimiento de los pueblos por su libre determinación, misma que tuvo lugar el siglo pasado. Su bando siempre fue el anticolonialista.
De fácil lectura no los decepcionará. Y como ya es costumbre, se les adelanta a otros autores, o bueno, les sirve de inspiración a Edgar Rice Burroughs y su Tarzán; El mundo perdido, de Arthur Conan Doyle, y otras obras como El Planeta de los Simios e incluso Jurassic Park.