Ésta tarde se fue la luz…

Views: 1346

En días normales llego a la casa con calor, las manos ocupadas y le mente reseteada. Llego, descargo mi vida entera en la mesa de la entrada y comienzo a saborear la comida que me hace ojitos desde el refri, pues, esta tarde no había luz, parecía que hacia horas que la calle no tenía luz, me asomé y saludé a los técnicos de casco amarillo, preguntando ¿hasta qué hora regresaría? –Hasta las 7 más o menos señorita, llevamos desde las 2 acá–.

Mi primer pensamiento fue: ¿Y si les da sed. Y si les dan ganas de pasar al baño? Estas preguntas sólo cruzaron mi mente, pero no hice nada por intentar solucionarlo. Comencé a pensar en todas la posibilidades para pasar la tarde y no utilizar la luz, empezando por hacer la tarea con mi hija en la mesa del jardín, hacer té helado para la tarde, pero sobre todo, aprovechar a luz de la tarde.

También pensé en bañarla temprano y darle de cenar algo que no involucrara microondas, así que nos  preparamos un plato colosal de cereal con fruta, pensé en las posibilidades del espejo ante la oscuridad (situación que siempre me ha incomodado, tal vez porque una vez escuché una leyenda de que si ves tu rostro a través de un espejo sin luz, ves tu muerte), mejor utilicé el espejo a plena luz de las 5 de la tarde, me desmaquillé y alcé mi cabello en un chongo alto, en pijama y temprano, mi hija me pidió ir a la cama, pero antes leer dos libros, –¡Perfecto!, le dije, nos metimos en su cama,  leímos dos cuentos cortos e inventamos una historia con un tema centrado en los arcoíris.

Se quedó dormida a las 7:30 de la noche, me dio media hora para bajar a preparar la comida, lunch y café del día siguiente, pero el resto de las horas permanecí acostada boca arriba en contrario a mi cama, pensando, repensando, en cosas, en personas, en cuentas de twitter, en dinero y en mí, sostuve esa nube de conciencia por dos horas, porque después mi cuerpo se durmió, en cero, en oscuridad, en silencio, al final la luz regresó a las 11 de la noche, y mis pensamientos sobre las necesidades básicas de los técnicos de la luz seguían siendo los mismos…

¿Y ustedes qué hacen cuando no hacen nada, qué piensan cuando no piensan sobre nada?, qué hundida está la existencia del ser humano en mantenerse ocupado, qué solitarias suelen ser las tardes cuando todo es importante y nada finaliza, ésta es mi oportunidad de mantenerme en estos silencios prolongados con el respirar cansado de las semanas, ojalá se fuera la luz una vez cada quince días, se caiga como los sistemas y las interfaces de vez en cuando, tal vez así correríamos más despacio.

Les quiere C.