Estaba trabajando en éste, su último proyecto
Publicó 65 novelas, unas 20 historias cortas y ensayos, 30 obras y también libretos de ópera y dos trabajos geográficos. Se despidió, dirigiéndose a su familia y al hijo de su amigo Hetzel, diciendo: Sed buenos.
Murió el 24 de marzo de 1905, a la edad de setenta y siete años.
LA INVASIÓN DEL MAR (1905)
Las tribus nómadas que habitan el Sahara impiden los esfuerzos de un ingeniero para crear un mar interior en una parte baja del desierto excavando un canal al Mediterráneo.
Preludio de lo que posteriormente sería la novela apocalíptica o catastrofista, y en ella nos relata la inundación de las tierras por las aguas del océano. Como sabemos, esta posibilidad existe, pues el efecto invernadero puede provocar el deshielo de los Polos y por ello la subida del nivel marino.
Su obra literaria vive y vivirá a través del tiempo, y cual moderno Nostradamus, sus vaticinios se siguen cumpliendo; por ello su lectura es un gran reto para las personas que gustan de adivinar el futuro de la Humanidad.
¿Nuestro autor vaticinó el terrorismo islámico? Júzguenlo ustedes mismos.
Después de poco más de un año de publicar ininterrumpidamente cada jueves las obras en orden cronológico de nuestro gran autor, hoy, con una catarsis de sentimientos, escribo esta reseña del último libro que publicó en vida.
Quizá el autor, ha dejado de asombrar con sus invenciones, pero ahora, empieza a conmover con su sensibilidad; y sus obras, a más de un siglo de su muerte, se han vuelto universales e intemporales, es decir: inmortales.
Verne es, y con mucho, el mayor genio literario de todos los tiempos, y estoy seguro que permanecerá cuando todos los demás autores de nuestra época hayan sido olvidados.
Raymond Roussel