LA TOLUQUISTÁN DE JUAN ROBOLFO
Segundas partes nunca han sido buenas. JUAN ROBOLFO así lo demostró con el caos que generó por su irresponsabilidad, su falta de ética, su indolencia, su actuar irrespetuoso y ligero con sus compañeros de trabajo, todos, servidores públicos municipales que van al día, y que esperaban después de un año de sinsabores, pasar una noche buena. Pero no fue así, literal, JUAN ROBOLFO entró a ensuciar a los hogares de cada uno de los 7,000 servidores municipales y esa negligencia, debe de ser castigada.
En lugar de enfrentar sus ineptitudes, optó por esconderse y recetarles a sus compañeros servidores públicos municipales una garapiña amarga, acompañada de la canción AMARGA NAVIDAD, que tan famosa hiciera en los sesentas Amalia Mendoza, La Tariacuri.
El Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México tiene que intervenir y sancionar a los irresponsables que con una mano en la cintura, desviaron recursos del erario. Al Tesorero Municipal, Eduardo Segura García, le quedó grande el puesto y le faltaron tamaños para enfrentarse a su jefe y cerrarle la caja municipal. Par de pájaros de cuenta, quienes junto con los Síndicos Municipales, tienen mucho que responderles a los toluqueños.
Pero que no se les olvide, así son los gobiernos emanados de MORENA, sólo están para atender los caprichos de su líder mandarín. Las pérdidas económicas derivadas de mentes perversas y ligeras, deben de ser cuantificadas para que los toluqueños no se vuelvan a equivocar. Una vez más, un problema de posible malversación de fondos, está desencadenando un caos social.
Mientras los mexicanos esperábamos bomberos para apagar los fuegos heredados a nivel federal, estatal y municipal, la Cuatrote colocó a pirómanos enfermos de poder. Viendo la pésima actuación de JUAN ROBOLFO, hemos concluido que sus antecesores, el Profesorcito Zamora y la Doctorcita Barrera, lucen como niños de pecho.
Su negligencia generó un tsunami de proporciones insospechadas afectando a trabajadores, proveedores, contratistas… pero sobre todo a la población; en fin, una tormenta perfecta cuya tromba le reventó en la trompa de JUAN ROBOLFO. Además de inundar de basura las calles de nuestra ciudad, ya sólo faltaría, que los enardecidos trabajadores del rastro, regaran vísceras en Los Portales y los responsables de otros servicios básicos dejarán sin agua y servicio de limpia a las familias toluqueñas en éstas fiestas decembrinas.
Reprobados en todo, empezando por honestidad y sensibilidad; un boquete mayúsculo que ocasionaron en los flujos de tesorería, debió de haberse atendido desde el momento en que, los encargados de fiscalizar las cuentas municipales, detectaron una asintonía entre el ejercicio presupuestal municipal y el flujo de caja. Al menos desde el inicio del 2021, se sabía que esto iba a ocurrir. Segura lo único que tiene segura, es una celda en Almoloya o en Santiaguito. Su imprudencia de los posibles desvíos de recursos federales, estatales y municipales, pudieran colocarlo en una situación muy incómoda. Alguien tiene que responder y ser sancionado.
¿A dónde fueron a parar cuantiosos recursos desviados de la tesorería municipal en un año electoral? Pues saque usted sus conclusiones estimado lector. Pero de que no le salió la jugada a JUAN ROBOLFO, es más que evidente. Lo mínimo que se merece, es ser declarado persona non grata en Toluca, Estado de México.