LAS INFANCIAS, LA POBLACIÓN MÁS AFECTADA POR CALOR
La ola de calor rebasa los límites esperados, además de la población vulnerable que se ve como la mayor afectada, se encuentran las infancias, quienes deben enfrentarse a altas temperaturas durante los horarios de clase. Por lo que alertan especialistas que deben de tenerse mayores cuidados, de lo contrario, podrían contraer enfermedades y ser afectados físicamente, especialmente ante la tragedia de ocho fallecidos por la intensidad del calor en diversas partes del país.
De acuerdo con la académica de la Facultad de Medicina de la UNAM, Mariana González, destacó que un menor de una edad entre 1 a 3 años de edad, debe beber cuatro vasos de agua al día, mientras que los niños y niñas que oscilan entre los 4 a 8 años de edad, deben tener un consumo de 7 u 8 vasos de agua, sobre todo, señaló que si el menor realiza alguna actividad física, deberá de consumir de dos a tres vasos más de lo recomendado.
«Es sabido que los niños tienen mayor actividad física por la energía que conservan en el cuerpo. Lo ideal es que los padres de familia sepan sobre la alerta del golpe de calor que pueden sufrir, pues si no se atiende debidamente, podrían presenter enfermedades como taquicardia, neuralgia, debilidad y en caso extremo perdida de consciencia, escalofríos, convulsiones, y peor aún, si no son atendidos correctamente y a tiempo, puede sufrir una lamentable pérdida», dijo.
Aseveró que la pérdida de agua ante la realización de actividad física bajo temperaturas extremas, puede ser de unos 10 a 12 litros al día o incluso más, «si son menores con problemas de sobrepeso, podrían perder más agua debido a su condición física y agrava el panorama».
Recomendó a padres de familia que también el color de la orina puede señalar el nivel de deshidratación del niño o niña, como ejemplo mencionó que entre más oscura se presente mayor es la deshidratación del menor.
Asimismo, instó a que autoridades educativas tengan precauciones al momento de actividades al aire libre o durante las clases de educación física, en tanto que hay escuelas que no tienen techos o domos que podrían proteger el calor directo del sol.
«Ya no es recomendable, me parece más bien una obligación, que los niños lleven gorras o sombreros para protegerse del sol, que usen protector solar porque los niveles de rayos ultravioleta son excesivos para su piel, especialmente de los más pequeños y darles agua. Al menos una botella de un litro, que les permita estar hidratados durante el horario escolar», puntualizó.
Agregó que no es recomendable que beban sueros constantemente, ya que podría afectarlos por el consumo de glucosa que contienen, además de los minerales que sobrepasarían los niveles que necesita el menor.
«A menos de que el niño esté deshidratado, bajo un diagnóstico médico, está bien darle suero, sin embargo, no podemos intercambiar agua por suero, ya que los comerciales están elevados en glucosa y podría resultar contraproducente para su salud», alertó.
Finalmente, los horarios sugeridos por González en los que los menores y el público en general deben realizar ejercicio al aire libre son de las 7:00 a las 10:00 horas y de las 17:00 a las 19:00 horas.