LOS LIBROS NOS LIBRAN DEL POPULISMO
Cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee. Miguel de Unamuno.
El pasado 23 de abril, se conmemoró el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, establecido por la Unesco en 1995, con el objetivo de: fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual. Fecha en que por cierto, coincide con el fallecimiento en 1616, de William Shakespeare y un día después del deceso y del día que fue sepultado Miguel de Cervantes Saavedra.
El Día del Libro tiene también como objetivo valorar las irremplazables contribuciones de aquellos quienes han impulsado el progreso social y cultural de la humanidad. Los libros apuntalan la democracia porque son un obstáculo para los que quieren manipular la historia.
Vaya paradoja, el mismo 23 de abril, pero de 2005, se sube el primer video en YouTube que es una de las cinco plataformas más utilizadas, sobre todo por los jóvenes. He llegado a pensar, que si diariamente le dedicaran a la lectura de un libro el 20% del tiempo que cada día destinan a las redes sociales, en particular a Instagram, YouTube y WhatsApp; el promedio de libros leídos por año en México, estaría en el rango de países como Portugal y España con 9 libros al año, y no en el rango de cuatro libros por año al igual que Venezuela y Colombia.
El reciente informe del INEGI titulado Módulo sobre lectura (MOLEC) 2022, revela datos interesantes. El 71.8% de la población alfabeta de 18 y más años, leyó alguno de los materiales considerados por el MOLEC: libros, revistas, periódicos, historietas y páginas de Internet, foros o blogs. En 2016 era del 80.8 % o sea que ha caído casi 9 puntos.
Pero si hablamos sólo de libros, el 43.2% de la población alfabeta de 18 y más años leyó al menos un libro en los últimos 12 meses. El porcentaje de población lectora en este tipo de materiales se ha mantenido constante en los últimos siete años.
El populismo explota las emociones de los electores promoviendo la polarización y la postverdad, por ello, el antídoto más efectivo es la educación, que nos permite atemperar nuestras emociones y crear conciencia sobre el impacto de nuestras decisiones. Guardar un equilibrio personal, se logra mediante la reflexión profunda que se alcanza en la compañía de los libros. Hace algunos meses concluí el libro escrito por Nehru, titulado El descubrimiento de la India, editado en 1949 y uno de mis columnistas preferidos que escribe para El Universal, Raudel Ávila, recientemente hizo una reflexión sobre el libro, que me ha parecido por demás interesante y por ello les comparto textual uno de sus párrafos:
A lo largo de su historia, India ha sido una democracia con grandes contingentes de población en situación de pobreza y marginación extremas. Sin embargo, su primer y uno de sus más populares gobernantes, el primer ministro Jawaharlal Nehru, era un hombre de una sofisticación intelectual y cultural refinadísima, educado en la Universidad de Cambridge. Fue un sibarita a quien le encantaba vestir con gran elegancia y hacer gala de su formación elitista. Con todo, en su autobiografía describe con gran detalle cómo triunfaba en los mítines masivos ante multitudes emocionadas por su presencia. Él dice que a la muchedumbre no le molestaba su formación ni su elitismo intelectual, siempre y cuando Nehru estuviera dispuesto a caminar bajo el inclemente sol de la India con ellos y recorrer a pie los poblados más marginados del país en la temporada de los monzones. Incluso le perdonaban que criticara en sus discursos las costumbres más retrógradas de las comunidades. Los políticos mexicanos siempre dicen que como México no hay dos, pero podríamos aprender mucho de figuras como Nehru y de la historia electoral de India.
Siempre lo he dicho sarcásticamente, que la gran mayoría de los políticos mexicanos, no leen ni las cajas de cereales que se desayunan, pero para fortuna de los mexiquenses, hay varios líderes que son ávidos lectores: Emilio Chuayffet, César Camacho, Eruviel Ávila, Martha Hilda González, Ana Lilia Herrera y Ricardo Aguilar por citar a algunos. ¿Y además, que tienen en común? Pues que están apoyando en su campaña a la candidata ciudadana Alejandra del Moral para que el Edomex no sea presa de populistas de ocasión.
Para cerrar esta columna, quiero compartirles una reflexión de Milan Kundera: Para liquidar a los pueblos se empieza por privarlos de la memoria. Destruyen tus libros, tu cultura, tu historia. Y alguien más escribe otros libros, les da otra cultura, inventa otra historia; después de eso, la gente comienza a olvidar lentamente lo que son.