Perfil psicológico de un maestro entrenador deportivo de Tae Kwon Do
Me parece que es importante comenzar a indagar en esta temática considerando dos cuestiones. En el primer caso hay que comenzar diciendo que son cinco las áreas que se requieren considerar en el entrenamiento deportivo cuyo objetivo principal es, en términos llanos, el aumento del rendimiento. Las cinco áreas son: técnica, táctica, física, psicológica y teórica. Así es que el aspecto psicológico se requiere entrenar. Sin embargo, la psicología deportiva se enfoca en gran medida en el entrenamiento psicológico del entreno en el alto rendimiento, pero qué hay de este mismo tema respecto al entrenador y más aún del maestro deportivo en el área formativa y no tanto en la competencia de alto rendimiento.
Esto lo señalo con la idea de que el maestro o entrenador es un poderoso ejemplo para el entreno, sobre todo en el ámbito formativo, y con mayor razón en el taekwondo que es un deporte, pero TAMBIÉN un arte marcial, incluso es una forma de vida, es decir, la figura del profesor/entrenador es crucial. Así es que para lograr un entrenamiento psicológico eficiente y eficaz se requiere de un perfil psicológico que permita desarrollarlo y trasmitirlo en forma de aprendizaje a los entrenos.
El otro tema de importancia que hay que considerar es que, si bien el entrenador deportivo requiere del apoyo de un grupo interdisciplinario; entre ellos de un terapeuta físico, un acondicionador físico, un médico del deporte y sin duda un psicólogo del deporte; es vital aclarar que el responsable del entrenamiento deportivo; entendido éste como un proceso pedagógico, es el entrenador. Sin embargo, esto no significa que sea un todólogo, por el contrario, debe de ser capaz de delegar al especialista, pero siempre en función de los objetivos que busque el entrenador, que deben ser los del entreno o deportista. Es decir, el entrenador debe proveer de las herramientas necesarias para que el entreno o deportista cumpla sus objetivos o sueños. En este sentido valdría la pena señalar lo que ya advertían Méndez y sus colaboradores (2005) haciendo referencia a las deficiencias que se llegan a dar en la asignación de plazas para entrenadores a consecuencia de que no existe realmente un perfil profesional definido al respecto. De aquí la importancia de que en las instituciones deportivas, en mi caso, la organización de taekwondo a la que pertenezco, tenga algunas ideas para comenzar a pensar en perfiles del entrenador en tanto pieza rectora del entrenamiento deportivo y su cometido que es la mejora del rendimiento deportivo de los atletas o entrenos, no olvidando que se trata de un largo proceso pedagógico de enseñanza-aprendizaje que, en algunos casos, tendrá su conclusión en el alto rendimiento.
Me parece importante considerar que si hablamos de lo que debe enfrentar el entrenador contemporáneo hay que tomar en cuenta también las argumentaciones que ya decía Reider (1982) en el sentido de que los programas de entrenamiento deben basarse en dos áreas fundamentales. Por una parte tenemos los componentes que se relacionan con las destrezas, técnicas y tácticas del deporte. Por otro lado, tenemos los que nos van a interesar aquí y que tienen que ver con los módulos de estudio de las ciencias del deporte, como la biomecánica, la psicología del deporte, las fases sensibles, nutrición, entre otras. En este mismo sentido Crawford (1980, p. 48) señaló su preocupación puede ser que la más desalentadora perspectiva para el entrenador contemporáneo sea el estar al día de esta explosión de información altamente técnica, especialmente en áreas como la Fisiología del Ejercicio y la Psicología del Deporte. Aun así, esta preocupación por la introducción de este aspecto del entrenamiento (…) parece oscurecer la dimensión vitalmente importante de la eficacia del entrenamiento.
Sin embargo, me parece que efectivamente se podría ver como una preocupación en el sentido de que los entrenadores no pongan en práctica estas herramientas, dado el empirismo que aún se puede observar en algunos deportes y en particular en el taekwondo. Creo por ello, con mayor razón, en la necesidad de desarrollar estas herramientas, pero más importante aún incidir en la motivación de los entrenadores, primero para capacitarse y segundo para que este conocimiento se aplique directamente en el proceso pedagógico que representa el entrenamiento deportivo como ya lo he señalado.
En este mismo contexto valdría la pena señalar en un objetivo superior, el de llegar a un perfil de entrenador deportivo que algunos llaman mentor en los términos en que lo han definido Cronan-Hillix y Davidson (1986, p. 125); Un mentor es un adulto con experiencia que guía, aconseja y apoya a un protegido sin experiencia con el propósito de que progrese en su carrera. Así debiera ser, un guía, un revelador de caminos.