Silencio, sonido y ruido
La música es el arte de combinar
sonidos y silencios en el tiempo.
Por su naturaleza la música está dentro y fuera de nosotros, debido a que siempre existe una oscilación en todas las cosas y fenómenos del universo. Todo fluye de acuerdo a un ritmo, incluso en la historia de vida; nacer/morir; respiración/aspiración; los eventos de sístole y diástole del corazón; día/noche; las estaciones del año; las olas que del mar; el caminar; el croar de las ranas; el canto del grillo, nada está en reposo.
Además de la creatividad, los artistas necesitan de materiales para producir sus obras. Así como el pintor requiere de pigmentos y el escultor de mármol o madera, el músico trabaja con el sonido, pero a diferencia de los otros materiales que ocupan un espacio, el sonido ocupa un tiempo.
Se define al sonido como la sensación producida en el oído por las vibraciones ordenadas y regulares al percutir dos cuerpos y necesita de un medio para propagarse, puede ser el aire o el agua. El viaje de las ondas sonoras culmina y a la vez comienza, cuando el cerebro las interpreta. Por otra parte, el ruido se puede entender como un sonido no deseado o bien, como la sucesión inarmónica de tonos. En contraste con el sonido, el ruido forma parte de la contaminación acústica.
El silencio es el fenómeno contrario y complementario al sonido. Es un factor integrante para la concepción del significado total de la música, pues el silencio siempre acompaña a las notas musicales. Resulta paradójico que en la mayoría de las culturas, el silencio sea nutritivo y acogedor porque permite la contemplación interna.