Sin enamorarme
No me gusta esta sensación de extrañarte.
Desde hace días mi ánimo está apagado
y mi entusiasmo indiferente.
Cumplo algunas semanas de no verte.
Cuidé mi memoria cerrándola
en cada despedida.
Restringí todo sentimiento
al cerrar la puerta.
Después de verte,
mi vida continuaba en la agradable
evocación del momento.
Las semanas sucedían en la clara indolencia
de omitir tu persona.
Hoy cumplo dos semanas de no verte
y una sensación de vacío está en mí;
mis ojos no brillan.
Un apagado tono acompaña la rutina del día a día.
En el engaño de mi mente,
Me doy cuenta que,
no quería enamorarme.