“YA NO QUEREMOS VIVIR Y TRABAJAR CON MIEDO”, DICEN EN PROTESTA FAMILIARES DE SECUESTRADOS EL VIERNES
Eliseo Escobar Ramírez (47 años), Rigoberto Colin Consuelo (41 años), Isidro Díaz Casimiro (40 años) y Jaime Ramos Reyes (22 años), son los cuatro trabajadores de una pollería en Toluca que fueron desaparecidos hace cuatro días por motivos de extorsión de más de tres años de parte del grupo del crimen organizado conocido como la Familia Michoacana, por lo que familiares piden justicia al manifestarse en el centro de la capital mexiquense.
Sobrinos, hermanos, hijos y conocidos de los desaparecidos se dieron cita al frente de Palacio de Gobierno en la ciudad de Toluca, con el fin de exigir a autoridades que se hagan las investigaciones adecuadas para dar con su paradero y detener a los culpables, cuya localización no ha sido posible.
De acuerdo con la dueña del negocio, Karina Contreras, los trabajadores de la distribuidora de pollo ubicada en la colonia Parques Nacionales, fueron levantados sin siquiera tener un motivo, hecho que suma una lista de acontecimientos que han padecido de parte del grupo delictivo antes mencionado. Además, resaltó que hasta el día de hoy, no se tiene conocimiento de dónde se encuentren y de los presuntos culpables.
“Hemos sido víctimas de amenazas y agresiones, como lo son mi secuestro, después el secuestro de mi padre. Han quemado las bodegas en donde trabajamos, balaceando las mismas y este último ataque que fue el levantón de mis trabajadores”, puntualizó.
Agregó que “de todos estos hechos existen las denuncias correspondientes y las autoridades se han negado a dar algún tipo de protección, argumentando que no tienen elementos disponibles”.
Recalcó que el día de ayer, 25 de diciembre, recibió notificaciones y llamadas de parte de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, en las que le mencionaron que detuvieron a una persona involucrada en el suceso, no obstante ella se negó a declarar, en tanto que desconoce la razón por la que se detuvo y no conoce al acusado.
“Desconozco totalmente cuál fue la detención de la persona mencionada y no lo conozco, pero lo que sí me queda claro es que la Fiscalía sigue fabricando culpables para poder entregar su trabajo, el cual no hace”, destacó.
Por ello hizo un llamado a la gobernadora Delfina Gómez Álvarez, a autoridades federales, estatales y municipales para resolver la situación que padecen, la cual asegura que es insoportable para los comerciantes, que “por miedo de las represalias no se atreven a denunciar”.
“Esto no se trata solo de un trabajador, es algo que tenemos que vivir y trabajar con miedo”, dijo.
Solicitó a las autoridades protección para ella y su familia, así como para sus trabajadores, ya que temen por sus vidas.
Mientras tanto, familiares de Eliseo Escobar Ramírez, señalaron que se encontraba trabajando temporalmente por las fechas decembrinas en el negocio, por lo que desconocía los problemas en los que se encontraban los dueños del local y fue uno de los que pagó las consecuencias.
“Mi hermano ni trabajaba ahí, fue a apoyar a la señora (dueña del establecimiento) por unos días, por la venta que se venía ahorita en estos días, él no era trabajador oficial. Ella dice que es la dueña pero a nosotros no nos dice nada”, declaró la hermana de Escobar.
Contexto de los hechos
La desaparición de los trabajadores, según lo comentado por Contreras, se dio en la madrugada del 22 de diciembre, alrededor de las 5:00 horas, en el que integrantes del crimen organizado arribaron al establecimiento para exigir el pago de derecho de piso, sin embargo los trabajadores en turno no accedieron a darlo, por lo que procedieron a llevárselos.
De acuerdo con la dueña, dos pesos por cada kilo de pollo vendido, es la cifra que exigen constantemente integrantes del grupo delictivo mencionado, lo que es un equivalente a seis pesos por cada kilo que se vende, por lo que llegaron a pagar hasta 950 mil pesos quincenales.