Yo soy un hombre… Yo soy una mujer…
Hablemos un poco del ser y lo que implica una de las frases más poderosas para poner en acción la razón de existencia del ser. Toda intención creativa requiere comenzar con un yo soy un hombre, yo soy una mujer… el resto de la frase será trabajo de la autoconciencia del escuchar al ser ese que de forma común se esconde atrás de un simple humano o sólo el hombre que, al final, nada más es una descripción biológica o de nomenclatura en cuanto al nombre de nuestra participación el género chordata. Tenemos que pensar al ser en un contexto que rompe con una simple descripción, para ello tendremos que realizar un clavado en la autoconciencia, debemos ingresar de inmediato en un contexto de lenguaje, pensamiento y acción, de tal suerte de ubicar y hacer conciencia a partir de lo que podríamos llamar un pensamiento crítico, que es propio del ser humano que lo hace diferente y lo distingue del simplemente ser.
El ser, una entidad autónoma; sin embargo, somos energía siempre va interconectada con otras energías, frecuencias que generan las mismas longitudes de onda, buscándose e irremediablemente aliándose, esto es, generando un contexto unido a un devenir histórico, a una realidad que requiere conocer y entender para estar rodeados de relaciones interpersonales que favorezcan el porqué de ser parte de esta historia, así es que se busca la comunión del amar y ser amados, para ello se trata de apelar a una postura autónoma que redescubra nuestro ser y complete con autoconocimiento, compromiso y responsabilidad la frase de yo soy un hombre… yo soy una mujer…
Para aspirar a lo que hemos señalado, habría que comenzar por cultivar un pensamiento crítico. Este lo debemos de concebir en una ontología bipolar, dos polos, es innegable el biológico ya que el pensamiento por sí mismo implica racionalidad, buen juicio, intelecto, conciencia, intencionalidad, creencias y lenguaje, todo ello nace necesariamente de procesos neurofisiológicos, sin embargo también tenemos el polo de la intervención de procesos sociales, por ejemplo, la institucionalización del lenguaje, las vivencias con los otros o las relaciones interpersonales, experiencias con el mundo regulado e institucionalizado del lenguaje, esto implicará pensar en las formas o estrategias que se deben usar para alcanzar desarrollo de habilidades de nivel superior, en la que las personas se comprometen con sus creencias, razonamientos, uso del lenguaje y acciones de manera consciente e intencional. En otras palabras, sus elecciones, razones y acciones están en coherencia, son racionales y razonables. Para llegar a todo esto tendremos siempre a cada momento estar replanteando la pregunta por el ser. Concluya Usted la frase.