CORAZÓN, CABEZA Y CARÁCTER

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Hace 38 años, un 19 de marzo de 1985, fallecía un icono de la política mexicana de la segunda parte del siglo pasado y el más grande, y creo que el último, más reconocido ideólogo del Partido Revolucionario Institucional, PRI. Don Jesús Reyes Heroles.

En aquel tiempo, mientras se llevaban a cabo los funerales de este mexicano ejemplar, titán de la política mexicana, una niña, de escasos 19 meses de edad, daba sus primeros pasos de la mano de su padre recientemente fallecido, el reconocido médico y político Ismael Del Moral Castro Q.E.P.D.

Esa niña, es la ahora candidata de la Alianza PRI, PAN, PRD y Nueva Alianza, Alejandra del Moral Vela, quien seguramente en alguna de tantas pláticas que tuvo con su padre, le habló del insigne político e ideólogo priista y, como parte de ese legado de Don Ismael, quizá llegaron a comentar sobre las características que debiera de tener un político de acuerdo a las enseñanzas de Don Jesús, que decía: el político debe tener las tres c: corazón, cabeza y carácter: Corazón, para entender intereses superiores a los egoístamente individuales; cabeza para obrar con frialdad, saber eludir muchas asechanzas, saber eludir trampas; y carácter, porque hay gente con mucha cabeza y con mucho corazón, pero que no tienen carácter, y el carácter en política es muy importante: tener carácter para saber que lo pueden insultar a uno, que lo pueden calumniar a uno, y nunca perder la cabeza.

Pues Alejandra es una mujer que cumple con las tres Cs del político y como bien lo decía el veracruzano: Las mujeres tienen el don especial que poseen para el matiz, pueden ser protagonistas decisivas en esta tarea de obtener sólida unidad a través de la diversidad.

Y ese es el llamado que nos hace Alejandra, a que nos unamos, a que se respete la diversidad para seguir construyendo este gran Estado de México como la casa de todos los mexiquenses y hogar de sus familias.

Pero Alejandra requiere para salir avante del reto de su vida, un equipo que le ayude y no equipaje que le pese y le reste eficacia. Citando algunas máximas del ideario de Don Jesús, me pareció pertinente recordarle a todos aquellos quienes el lunes pasado protestaron apoyarla, que asumieron un gran compromiso.

  • El político debe ser también como un “sacerdote laico: le toca manejar almas, manejar intereses, manejar ideas y además saber que en política nunca o casi nunca la línea recta es la más cercana entre dos puntos, que a veces hay que ir en zig-zag, que a veces hay que ir por recovecos, que a veces hay que ir dando vueltas.
  • El político: se mueve entre dos extremos: entre el extremo de aquel a quien le dijeron que sus ideas chocaban con la realidad y contestó: pues peor para la realidad, y en el extremo de aquel que dice: en política lo que no es posible es falso; entre estos dos extremos se desarrolla la actividad política.
  • El político debe, por igual, perseguir un pensamiento y sopesar la realidad, los obstáculos que se oponen a la realización cabal de su ideario, de su modo de pensar.
  • En política lo importante es convencer, persuadir, no improvisar.
  • Queremos una nueva sociedad en que nadie sea tan poderoso para dominar a otro y nadie sea tan débil que tenga que dejarse dominar.
  • Política indefinida es política perdida.
  • Los que creen que en política se llega, cuando consideran que han llegado, se regodean con los gajes y quieren los fletes sin la carga.
  • La política: es el método para conciliar intereses, para superar divergencias, para resolver contradicciones.

No me cabe la menor duda que Alejandra del Moral tiene una gran historia que contar: la personal que le llevó a entrar a la política, la de un partido que hoy requiere una buena sacudida para articularse eficiente y respetuosamente con otras expresiones políticas y sobre todo con la sociedad civil, y por supuesto, la de un estado, el mas grande del país, que lo ha recorrido en múltiples ocasiones y que por lo mismo, sabe a dónde llevarnos y qué hacer para que sigamos progresando en paz, con seguridad y con certidumbre.