UN TANGO
Cuánto silencio en esta noche
en que las estrellas se niegan a salir,
el cielo se arropa escondiendo sus tonos azules entre
nubes grises y por lo tanto tristes.
Si tú supieras el vacío que se siente cuando el silencio
te abraza, la soledad vacila en estar contigo, pero al
fin te acompaña.
Cierras los ojos y alertas los recuerdos, la música de
un tango, se escucha a lo lejos.
La letra es melancólica con reclamo enamorado.
Ella lo veía siempre como algo lejano, entornaba los ojos,
cuando estaba a su lado.
Era verano, por supuesto esperaría el otoño para besarlo,
y caminar tomados de la mano, escuchando el crujir de las
hojas, y sintiendo los débiles rayos de sol entre los árboles,
complementando el escenario.
La tomaría de la cintura en un breve reclamo y con voz
acompasada, entonaría las letras brevísimas de un tango.
Ya era otoño…cerraba los ojos para escuchar a lo lejos
la música.
Finalmente, Ella dormía y en sueños bailaba… bailaba…