Una vuelta por “Walking around”
Me pediste que fuera poeta como Neruda,
No como cualquier otra, poeta como Neruda,
Con el femenino arrastrado por sus pies
en todas las letras de su apellido,
patriarcal, triunfante dueña de las camas,
los delirios, de las barberías de Santiago,
de los Andes y los paraguas de Nueva Delhi,
amiga de los gángsters de Roma, de sindicatos
de afiliados límpidos. Lava de los volcanes
polinesios, la tranquilidad de un subte
en Corrientes y Florida. Humilla más y más
la doliente herida, no sé si ganaba más
su flamante labia o su fascia de hombría.
Quieres que toque la luna, los mares,
los trasatlánticos hundidos para traerlos
en una charola de plata fundidos.
Me das a escuchar Walking around como si
no intuyera que existe un doble filo
Que mi alcatraz no es lirio, perfume desconocido.
Los cines están prohibidos, ya no existe otro
amo que el consumo. Grítamelo más al oído.
Sucede, sucede que no llego, no sirvo no asusto.
Si soy un arma-insulto verde en todos los adjetivos
Si ando buscando mi tumba desde el natalicio.