YEHOR KOMLYK Y EL RECUERDO DE UN AÑO DE PESADA GUERRA E INVASIÓN RUSA

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Un año de completa invasión rusa en más de seis estados del país ucraniano, luego de ocho largos años en los que ambas naciones sufrieron una silenciosa y camuflada guerra, sobre todo en la zona de Crimea. Dentro de dichos países, se encontraba Yehor Komlyk, de tan solo 14 años.

En el camino a Ucrania de Poder Edomex, Komlyk se presentó una tarde en las calles de Varsovia en Polonia, portaba la bandera de su tierra natal en la espalda, un bote de recolección de dinero y un gafete que decía su nombre. Siempre con una luz que rodeaba de manera especial el azul de sus ojos, iba de puerta en puerta y de paseante en paseante, pidiendo ayuda para comprar medicinas, para comprar partes de automóviles que eran deshechas por bombas o soldados en lucha y para comprar alimentos a sus paisanos refugiados -sin remedio- en Polonia.

En entrevista con este medio, con un inglés cortado, el adolescente compartió que Dnipro, la ciudad de la cual es originario, había sufrido un ataque severo por ejércitos tanto rusos como ucranianos, dado que pretendían defender su nación y proteger al patrimonio que lo conforma, sin darse cuenta que destruían también, el patrimonio de cada una de las familias y ponían en riesgo la integridad de cada integrante.

Una crisis emocional intensificada a través de las cuatro paredes que consideró seguras desde los primeros días de su vida, se desencadenó precisamente un mes después del 24 de febrero de 2022, cuestión que lo llevó, junto con su madre y padrastro, a dejar el país.

Llegó a la ciudad varsoviana con la finalidad de alejarse del mal, del peligro que se anidó en su ciudad, sin embargo, dicho acto de valentía y sobrevivencia se tradujo en retos constantes para el menor, pues tuvo que dejar de manera forzada sus estudios, sus amigos, su familia y sus seres queridos.

En palabras de Yehor, aseguró que ama Polonia, pues ha sido un país solidario que le ha permitido a él y su familia, encontrar una razón más para seguir adelante, aunque implique esperar poco más de un año para que llegue una estabilidad en cada una de las esferas: lo económico, lo social y la salud tanto física como mental.

Sus actividades desde que se enlistó como voluntario para la Fundación “Life and Peace” son recaudar fondos todos los días en el centro de la capital polaca. Con el uso de imágenes de la guerra y algunas que muestran su trabajo como voluntario, espera que la gente no deje de creer en la labor de la fundación y continúen con la cooperación, pues a pesar de que el tema de la guerra vaya cada día diseminándose en la conversación cotidiana de la sociedad, determina que aún sigue la lucha.

Respecto a volver a su país, declaró “pensamos mi familia y yo, regresar solamente de visita a Ucrania todos los veranos y ya quedarnos a vivir aquí en Polonia. Solo queremos visitar a nuestra familia que sigue allá, como mis abuelos. Estamos felices de estar aquí y ya no queremos vivir nuevamente en Ucrania”, dijo con la seriedad y la inocencia que aún se divisa en su mirada.

Yehor continúa en la espera de que sea aceptado al sistema escolar de Polonia, con la intención de no abandonar sus estudios y perseguir sus objetivos. Mientras tanto, enfatiza que se siente feliz de estar seguro y lejos del peligro.

Como contexto de la guerra en Ucrania, el día 24 de febrero se dio una invasión total del ejército ruso al país, no obstante desde el 20 de febrero de 2014, inició la lucha de parte de fuerzas separatistas prorrusas por recuperar el territorio de Donbass y desde entonces, los tormentos continúan.

En Polonia y el mundo, se encuentran como Yehor, 8 millones 75 mil 440 refugiados de Ucrania en Europa desde 2022, de acuerdo con datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados y existen 18 millones 606 mil 941 ucranianos en cruces de frontera, esperando ubicarse en algún espacio con protección.