La experiencia con Don Juan Tenorio

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Tuve oportunidad de leer en pasadas semanas el libro de “Don Juan Tenorio y el Puñal del Godo” que presenta dos obras de teatro escritas por José Zorrilla y compiladas por Editorial Porrúa, libro que había aplazado desde hace tiempo, dada la costumbre a leer en prosa y no estar acostumbrado a la lectura de obras de teatro, no obstante, aunque a veces no tenemos la afición del teatro, libros como este crean la curiosidad de acercarse y conocer este arte dentro de una obra como tal, dado que al leer, la imaginación hace al lector pensar en como sería esto si fuera actuado, claro que aunque quizás no haya de momento la afición al teatro, claramente son cosas que fueron enseñadas en la primaria y que lejanamente recuerdo de cómo nos hacían leer obras de teatro, siendo cada alumno un personaje, por lo que no fueron pocas las ganas de intentar leer en voz alta los diálogos de los personajes.

De fondo Don Juan, es una obra literaria de gran importancia dentro de la literatura española. También es importante mencionar que me alegra poder, aunque sea poco a poco, acercarme a obras de literatura clásica como en este caso o en su momento con El Conde de Montecristo, obra a la cual ya realicé una crítica (si no es muy presuntuoso decirle así), en la presente columna. Don Juan Tenorio, es para mi una narración de la angustia y el remordimiento que puede tener una persona. Como comúnmente se suele señalar popularmente, Don Juan era un personaje que se encargaba de enamorar mujeres, pero cambia la trama al ver que no lo hacía como tal por puro placer, sino que lo hacía por una especie de rebeldía, donde apostaba a ser una persona mala.

En el fondo Tenorio no es malo, sino que es la forma de romper con los patrones que le imponen, por eso los demás personajes, como el caso de su padre, no se muestran conformes con la conducta del personaje, situación que siempre se resalta. Otro punto que me interesó mucho fueron las técnicas de seducción que uso Don Juan para conquistar, dado que en un inicio se hizo pasar por el malo frente a los demás y al hablar con las dos mujeres que conquista durante la trama, toma una forma de comportarse completamente distinta, eso podría interpretarse que el no ser como aparentamos ser, puede llegar incluso a ser algo atractivo.

Finalmente, el punto del remordimiento de Don Juan, dado que al final de la obra, este se encuentra con los fantasmas de su pasado, con quienes trata de hacer las pases, pero finalmente nunca lo logra, sobre todo, lo asemejo al remordimiento que a veces podemos tener los hijos hacia los padres, de como la rebeldía luego deja esa sensación de vacío cuando los padres faltan. Asimismo, Don Juan, se arrepiente ante Dios, dado que descubre que sus actos no son vistos por los demás como cosas buenas, sino que son actos malos para los demás, pudiendo al fin, lograr su redención.

Claramente, no trato de imponer una visión de la obra, por encima de quienes estudian literatura o teatro, sin embargo, la literatura permite distintas interpretaciones y finalmente dejan que sea el lector quien de la interpretación que un mejor mensaje le haga sentir, es por ello que claramente recomiendo la lectura de Don Juan, una obra que podría ser políticamente correcta si no se interpreta con una visión critica hacia el mismo personaje, pero que es muy buena si hace una critica hacia nosotros mismos.