Martes con M de Mito: Las tandas

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Quizá toque el tema más escabroso de todos lo que hasta ahora he escrito. Y es que, hay que decirlo, La tanda, es muy querida en nuestro país, ha ayudado a muchas familias a ahorrar, mal, pero al final lo ha hecho. Estoy seguro que un gran porcentaje de la población mexicana ha caído alguna vez en sus preciosas redes. Y digo preciosas porque ¿quién creen que las teje? Pues las mujeres. Un gran porcentaje de las tandas en México, son organizadas por las mujeres. Y está bien, no es un dato que discutiremos aquí, pero es de llamar la atención. ¿Será acaso por la inventiva femenina de solucionar las cosas?, ¿de salir avante ante una situación complicada? Lo cierto es que ahí está el hecho sobre la mesa. 

¿Cómo funciona una tanda? Una persona, regularmente necesita dinero, así que especifica un monto –recordemos que aquí usamos cifras burdas– 100 pesos , que no tiene, entonces invita a sus amistades, vecinos, familiares y compañeros de trabajo a que se unan en un grupo de 10 personas y se les asigna un número del 1 al 10, ya sea por sorteo, por elección o como se vayan integrando. Y todos aportan 10 pesos; puede ser a la semana, a la quincena o al mes, según quede acordado. 

Entonces, como las 10 personas aportan 10 pesos en la quincena, esa quincena se juntan 100 pesos que le corresponden a la persona que encabeza la lista, (regularmente es la que la organiza). La siguiente quincena, el mismo grupo vuelve a aportar 10 pesos cada uno y los 100 que se juntan se los entregan al segundo en la lista. Y así, se repite la acción cada quincena hasta que los 10 integrantes reciben sus 100 pesos. Es decir, la Tanda duró 10 quincenas. Ese fue un ejemplo, puede haber tandas de 15, 20 o hasta 30 números. ¿Y los montos? Me ha tocado ver tandas de 100 mil pesos cada número. 

Así, a simple vista se podría pensar que la Tanda no tiene nada de malo. ¡Error! Primera situación: ¿La gente correcta? En varias ocasiones, se han dado casos donde la Tanda se ve interrumpida por gente que simplemente ya no aporta, puede ser por problemas económicos o porque simple y sencillamente ya no quiere, y el hecho se agrava si ya recibió su dinero; ¿y los demás?, ¿qué pueden hacer?, pues tristemente no se puede proceder legalmente ya que la Tanda no está regulada oficialmente en México, así que los integrantes tendrán que buscarlo para cobrarle a la mala o aplicarle la consabida ley del hielo.

Número dos: Financieramente, la tanda le sirve sólo al primero número. Porque recordemos que, con el paso del tiempo, el dinero va perdiendo su valor. Aún así, conozco personas que siempre buscan los últimos números de las tandas, según ellos porque les rinde mejor. Mmm, cada quien… 

En una ocasión, un amigo me invitó a formar una, yo entré más por la intención de ayudarlo, porque recuerdo que le di mis 10 aportaciones en una sola exhibición y le dije ahí las vas administrando cada mes. Y así fue, le entregué 100 pesos y al final de 10 meses, él me entregó 100 pesos. ¿Sirvió de algo? Para mi no, al contrario, ese dinero perdió valor. A mi amigo sí le sirvió, pero ojo, le sirvió porque como fue el primer número le convino y ya después pagó ese préstamo en 9 mensualidades, sin ningún interés.  

Y ahora que ya todo es digital se presenta otra situación: Hacienda. ¿Recuerdan que les comenté que había tandas de 100 mil cada número? Ya sean 30, 20 ó 10 mil, cuando hacen las famosas transferencias, el Sistema de Atención Tributaria, ¿cómo sabe que realmente se trata de una tanda?, en este mundo donde existe el lavado de dinero y otras acciones ilegales, ¿cómo le hace la Secretaría de Hacienda para saber cual es una tanda verdadera y cuál no? Pues solamente preguntando, entonces va a llamar a la persona que está recibiendo sendos montos y le va a cuestionar el origen de ese dinero. Y obviamente nadie quiere tener problemas y menos con Hacienda.

Las tandas no son tan malas, pero existen otros métodos de ahorro que sobre todo permiten conservar el valor del dinero en el tiempo.   

Podría ser una buena opción si lo que se pone en juego es un bien o un producto como: unas vacaciones, un automóvil o una cirugía estética; porque se pagaría de contado y sin intereses. 

Mi recomendación: Evite las tandas. 

Pero si aún así desea entrar, entre a tandas cuando el monto de cada número sea de mil pesos o menos. No más. Procure que sea en efectivo. Que los integrantes sean personas honestas y responsables o hágales firmar una carta compromiso, donde se especifiquen las multas y amonestaciones por incurrir en faltas. No es legal, pero por lo menos hará un poco más de advertencia a los integrantes. 

Y sobre todo recuerde que de la idea de las tandas se desprenden otras aberraciones como La flor de la Abundancia, no caiga en sus redes.