EL CAFÉ NUESTRO DE CADA DÍA

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La amistad es como el café, una vez frío nunca vuelve a su sabor original, aún si es recalentado. Kant

 

EL CAFÉ NUESTRO DE CADA DÍA

 

Si usted estimado lector es como yo, que después de darle los buenos días a nuestra amada esposa, le damos el primer sorbo a nuestra taza de café, seguro que disfrutará tanto como yo lo estoy haciendo al escribir esta líneas y usted al leerlas.

En este mundo postpandemia no todo ha sido sobresaltos e incertidumbre, también hemos tenido guiños de la vida como el que nos obsequió con la quinta época en la historia del grano maravilloso originario de Etiopía y que se caracteriza por la proliferación de los llamados cafés de especialidad, para regocijo de una tribu urbana a la que cada día nos sumamos más adeptos.

Y por supuesto, me estoy refiriendo a los amantes del café conocidos comúnmente como «cafeteros» o «caficionados», que hacen referencia a personas que tienen un fuerte gusto y aprecio por el café, disfrutan explorando diferentes variedades y métodos de preparación, y a menudo buscan experiencias de café de alta calidad, como el café de especialidad.

El café de especialidad es una categoría que se refiere a granos de café de alta calidad cultivados en condiciones específicas y meticulosamente procesados para resaltar sus sabores y atributos únicos. Este producto se distingue por su sabor distintivo, aromas complejos y una acidez bien equilibrada. Su elaboración constituye un verdadero arte.

Las características clave de estos selectos granos incluyen: origen: El café de especialidad proviene de regiones cafetaleras específicas que ofrecen condiciones climáticas y geográficas ideales para el cultivo de café; cultivo: Los cafeticultores se centran en técnicas de cultivo sostenibles y cuidadosas para producir granos de alta calidad, lo que a menudo incluye variedades de café raras y exóticas.

Un aspecto fundamental en el arte de producirlo es el que tiene que ver con su procesamiento, que debe ser meticuloso y cuidadoso para preservar la calidad del grano y evitar defectos. También son sometidos a una evaluación rigurosa en un proceso llamado «catación», donde expertos catadores lo prueban y lo califican en términos de sabor, aroma, acidez, cuerpo y otros atributos.

Finalmente, la puntuación en donde  se califican en una escala de 100 puntos, y generalmente, aquellos que obtienen una puntuación de 80 o más se consideran de alta calidad, digamos que son el segmento premium.

El café de especialidad ha ganado popularidad en los últimos años debido a la creciente apreciación por la variedad y la calidad en la experiencia del café. Muchas tiendas y cafeterías especializadas, se han centrado en ofrecer café de especialidad para satisfacer la demanda de consumidores, que buscan sabores más complejos y auténticos.

Haciendo un poco de historia sobre las primeras cuatro épocas: El café sirvió por primera vez como el “Vino del Islam”, cultivado en las terrazas montañosas de Yemen y comercializado entre los pueblos musulmanes alrededor de las costas del Océano Indico y el Mar Rojo.

Europa lo convirtió en un bien colonial durante el siglo XVIII, obligando a los siervos y esclavos a plantarlo en lugares tan distantes como Java y Jamaica.

El café se transformó en un producto industrial en la segunda mitad del siglo XIX cuando la rápida expansión de la producción en Brasil alimentó el desarrollo de un mercado de consumo masivo en Estados Unidos.

Después de la década de 1950, el café se convirtió en producto mundial a medida que Africa y Asia recuperaron una parte significativa del comercio al plantar Robusta, una especie más resistente que la Arábiga, pero de sabor más duro, utilizada en mezclas más baratas y productos solubles.

Un movimiento para relanzar el café como una “bebida especial” comenzó como una reacción contra la mercantilización a finales del siglo XX.

Y por supuesto, los medios de comunicación como el cine y en especial las redes sociales, han contribuido a consolidar toda una liturgia en torno a una taza de café.

Muchas películas le han dado especial relevancia, les comparto algunas en las que el acto de saborear una taza de café juega un papel destacado en su argumento:

  1. «Coffee and Cigarettes» (2003)– Esta película independiente dirigida por Jim Jarmusch presenta una serie de viñetas en las que los personajes disfrutan de conversaciones acompañadas de café y cigarrillos.
  1. «Amélie» (2001)– En esta encantadora película francesa, la protagonista, Amélie, encuentra placer en pequeñas cosas de la vida, como saborear una taza de café en su cafetería local.
  1. «Coffee Shop» (2014)– Una película romántica que sigue la historia de una joven propietaria de una cafetería que descubre nuevas posibilidades en el amor y la vida mientras prepara café.
  1. «Sideways» (2004)– Aunque la película se centra principalmente en el vino, también hay escenas memorables en las que los personajes disfrutan del café, lo que refuerza la importancia de momentos cotidianos.
  1. «Coffee and Allah» (2015)– Esta película egipcia muestra la cultura y la importancia del café en la sociedad egipcia mientras explora temas más profundos sobre la religión y la vida.

Los mayores consumidores de café per capita en el mundo son: Finlandia, Noruega, Islandia, Dinamarca y  Países Bajos.