+ Distribuir Pobreza, Regla de Oro del Populismo en México y AL

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La frase

Si usted observa en los taxis de poblados aledaños a Toluca o en las calles, verá que cinco de cada 10 personas no usan cubrebocas,  así es de que eso de que el cubrebocas llegó para quedarse es pero…

EN CASA

Los cubrebocas.

PUENTES BENÉFICOS: Nuevamente el rector Carlos Eduardo Barrera Díaz con ejemplo, marca la pauta que ha venido siguiendo desde el inicio de su administración al tender puentes de comunicación con todos y cada uno de los sectores de la sociedad en beneficio de la comunidad universitaria.

En esta ocasión los beneficiados directos serán los cientos de estudiantes que no obtuvieron un lugar en la Autónoma mexiquense y que podrán a incorporarse al sistema educativo estatal para el ciclo escolar 2021-2022, al tener acceso a 16 programas educativos de 120 planteles, en más de 70 municipios.

Lo anterior gracias a la firma del Acuerdo Estratégico por la Educación Media Superior y Superior que suscribieron el rector de la Universidad Autónoma del Estado de México y el secretario de Educación estatal, Gerardo Monroy Serrano.

Los espacios que en esta ocasión el sistema educativo estatal ofertará para la máxima casa de estudios mexiquense son dos mil 817 lugares para el nivel medio superior y tres mil 725 para el superior, en licenciaturas relacionadas con la salud, el medio ambiente, informática, contabilidad, administración, turismo, derecho y educación, entre otros rubros.

Distribuir Pobreza, Regla de Oro del Populismo en México y AL

No hay un solo país latinoamericano, incluido México, que habiendo adoptado un tipo de gobierno populista, haya escapado a la regla de oro del populismola distribución de la pobreza, en lugar de la distribución de la riqueza, como es la obligación de todo gobierno en el mundo, por lo que el resultado siempre es el mismo a pesar de mantenerse en el poder por décadas, como son los casos de Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua, donde el número de pobres aumenta exponencialmente, en tanto que el de los ricos y clases medias disminuye dramáticamente. Así, México se está convertiendo en la nueva fábrica de pobres.

 

De acuerdo a las estadísticas del INEGI, en los dos primeros años de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, el número de pobres aumentó en México en más de 10 millones de personas, y de seguir con esa tendencia el sexenio del primer gobierno de izquierda en el país se estaría encaminando a un rotundo fracaso en su política social y en su estrategia para abordar la actividad económica nacional sin el consenso del sector privado nacional y extranjero.

Según las cifras oficiales, son ya 28 de 32 entidades federativas las que van incrementando sistemáticamente las condiciones de pobreza, pues únicamente en cuatro de los estados mexicanos se redujo marginalmente y ello se debió fundamentalmente a que se trata de las entidades con mayor registro de remesas, provenientes de los Estados Unidos de América y no a acciones del gobierno.

La situación se complica aún más en México, pues adicionalmente a que más del 50 por ciento de la gente vive en situación de pobreza, aumenta la inflación y se pierde el acceso a los servicios de salud, lo que acelera el incremento en el número de pobres. El gobierno populista no genera no deja generar empleos.

Paradójicamente, el gobierno de la Cuarta Transformación arribó al poder con la bandera de: primero los pobres, pero al llegar a la mitad de la gestión los ha sumido más en la miseria y con ello a cada vez más personas que se ubicaban por abajo de la línea de la pobreza, aunado a que también van perdiendo sus libertades al quedar cautivas por un gobierno y un Estado paternalista con sus programas de “bienestar” para aplaudir, escuchar, obedecer y callar.

En Cuba, por más de sesenta años se sigue pidiendo tiempo para consolidar la revolución cubana y hacer justicia a los pobres, al tiempo que se sigue culpando de los fracasos de la costosa burocracia a los “gusanos” traidores que trabajan en Miami y al Imperio Yanqui.

En Venezuela, son ya tres décadas de revolución bolivariana para hacerle justicia al pueblo, pero las familias empobrecen cada día más, luego de ser una de las naciones con mayor riqueza en América Latina y en el mundo. Los culpables para el régimen populista, también son los gringos malvados y los enemigos adinerados venezolanos, que quieren el retorno de la ambición y la corrupción.

En Bolivia también van ya para tres décadas en que las comunidades indígenas siguen esperando la anhelada justicia prometida por los gobiernos populistas que han sentado sus reales pero únicamente para mantenerse en el poder, no para elevar las condiciones de vida de las familias bolivarianas. El cruel capitalismo también es el culpable de todas las desgracias y fracasos de los gobernantes manipuladores. El discurso ideológico sigue alcanzando para las masas.

En México se quiere dar carta de naturalización al populismo, presentándolo como la Cuarta Transformación en la historia nacional para sacar de la pobreza a las familias, eliminar la corrupción, la inseguridad, la injusticia y el desempleo, aunque a tres años de gobierno populista, 10 millones de mexicanos han engrosado las filas de la pobreza, pero los culpables son los neoliberales, los conservadores, los periodistas, los intelectuales y hasta las clases medias.

Pero lo cierto es que en todas las naciones en que toma el poder el populismo, así sea de derecha o de izquierda, o de izquierda disfrazada de derecha, como han sido los casos de Estados Unidos, con Donald Trump; de Brasil, con Jair Bolsonaro y de México, con Andrés Manuel López Obrador, el populismo es invariablemente antidemocrático en su ejercicio de gobierno, a pesar de haberse valido de sistemas democráticos para arribar al poder y establecer un régimen autoritario. La destrucción de las instituciones democráticas, es la prioridad.

Es así que el sociólogo político Claus Offe advierte que en una democracia se tienen que hacer valer los contrapesos de las instituciones y de los partidos de oposición, ya que sin entender que hay derechos y contrapesos, no se puede hablar de que un país con un líder populista tenga una democracia.

Por su parte, Lorenzo Córdova, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE) y quien ha sido atacado sistemáticamente por el gobierno populista de la Cuarta Transformación para eliminar a esta institución autónoma y hacerse del control de los procesos electorales, asegura que el populismo no sólo es una acción política para ejercer el poder, sino que desmonta las garantías de las democracias constitucionales.

Explica que los populismos nacen del conflicto y necesitan del conflicto para existir, por eso su lógica es alimentar el conflicto, inventar o identificar antagonistas para poder sobrevivir.

En el reciente Congreso Internacional de Ciencia Política se alertó que los discursos de la riqueza y la pobreza como totalidades morales son afirmaciones arbitrarias de la voluntad ideológica, que anula y contrapone a la igualdad y a la libertad y, por tanto, diluye a toda forma de justicia posible.

El populismo perdura en el poder, como ya lo intenta en México, en la medida en que una nación se deja manipular por sus permanentes mentiras, a pesar de sumirse cada día en la pobreza, porque a final de cuentas siempre encontrará a quien culpar de sus errores y fracasos, ¿no le parece a usted, estimado lector?