+ La 4T y el Retorno al Echeverriato que Acabó con Clases Medias
La frase
Si no podemos cambiar de país, cambiemos de tema.
James Joyce
EL DETALLE: Con seguridad, usted leyó la nota sobre Guillermo Arriaga Jordán, ganador del Premio Alfaguara 2020, publicada en poderedomex.com el sábado 25 de este mes.
Me da gusto que brille con luz propio, frente a lo que pronosticaron los agoreros del fracaso, cuando se separó de Alejandro González Iñárritu, ahora navega por sí solo y no a la sombra de. Habrá que leer Salvar el fuego, novela por demás voluminosa.
CON EL TOLUCA: Ya no perdió, como si ocurrió con Necaxa en la Liga y con Atlas en la Copa. Y esa es la noticia.
Sin embargo, continúan los errores, al menos iniciales de la defensiva, la línea más endeble del Toluca.
En el primer gol, toda la línea fue mera espectadora de lo que hicieron Sánchez, Cisneros y Beltrán. Nadie acertó a interceptarlos o a por lo menos estorbarles.
En el segundo tienen la descarga de que más que un gol de la “Chofis” López fue del Var que, como lo dijo al final el Chepo parece que estaba sancionando un juego de muñecas no de futbol.
Seguramente hubo gritos y sombrerazos en el vestidor, porque la defensiva mejoró, especialmente Mora, que se mostró como mandón y quien ya no utiliza la barrida como principal recurso, sino que ahora mordió al rival para impedirle movimientos.
La lesión de Ríos operó a favor del Toluca, pues su relevo, pues su relevo Güemez con su disparo de media distancia provocó el autogol de Molina. Lo mejor, que se animó a tirar, porque Ríos tiene potencia en la media distancia, pero solamente nos obsequia un gol por campeonato.
Mejora el accionar de Fernández, aunque a veces se aloca con los centros o los disparos, en la medida en que se tranquilice, dará más rendimiento al Toluca.
Lo mejor también es que Gigliotti volvió a anotar. Por poco y se lo anula el VAR, pero finalmente fue válido. Llegó al 50% de lo que hizo en la temporada pasada.
Pardo perdido en la inmensidad del espacio y no sabe cabecear. Canelo más voluntarioso que de costumbre. El ecuatoriano Estrada mostró mejoría.
Este martes a las 19:00 horas ante Atlas en Copa y el domingo ante Cruz Azul en la Liga. Ambos en el Nemesio Diez.
La 4T y el Retorno al Echeverriato que Acabó con Clases Medias
La Cuarta Transformación de México que promueve obstinadamente el presidente Andrés Manuel López Obrador no es más que un retorno suicida al Echeverriato de los años 70 que, en su afán por convertirse en líder del Tercer Mundo para “salvar” a los pobres de México y de América Latina, y para lo cual ahuyentó los capitales y empobreció a las clases medias en aras de repartir el dinero del país para comprar el aplauso y los votos de los pobres.
El populismo enfermizo del presidente Luis Echeverría Álvarez lo llevó a construir la universidad del Tercer Mundo, a pelearse con los empresarios del país y con los inversionistas extranjeros, con tal de tener un poder absoluto en México y para lo cual empezó a construir empresas gubernamentales y controlar toda la producción agropecuaria, comercial, industrial, turística, artesanal, crediticia, aeronáutica, automotriz, el Estado lo controlaba todo y lo administraba pésimamente.
Ante la creciente reducción de ingresos fiscales, Luis Echeverría Álvarez simplemente ordenó al Banco de México imprimir indiscriminadamente billetes para mantener su sueño transexenal de líder tercermundista, gastando a manos llenas, pero ocasionando una hiperinflación económica que acabó con el “milagro estabilizador mexicano” que sorprendió al mundo por casi dos décadas.
En aras de “salvar” económicamente a los pobres de las zonas rurales mexicanas y de los países latinoamericanos, haciéndoles llegar energéticos mexicanos a precios de regalo o de plano sin costo alguno, sobre todo a las naciones con gobiernos de tendencia ideológica socialista, como era ya desde entonces la Cuba de Fidel Castro.
Los adinerados de México simplemente fueron sacando del país sus capitales, cerrando las fuentes de empleo, la producción de bienes y servicios, y la reinversión en proyectos productivos.
Lo mismo hicieron las empresas y los inversionistas internacionales, ante el temor por el alto riesgo financiero y económico que estaba imperando en México con las medidas populistas del presidente Echeverría.
Los pobres siguieron felices recibiendo las dádivas económicas que el Jefe de la Nación les repartía con euforia y en efectivo durante sus constantes recorridos por toda la república mexicana, pero lejos de salir de la pobreza, sólo seguían embriagándose con el dinero regalado.
Entonces, los más afectados como siempre que hay crisis económicas originadas por la irresponsabilidad del populismo mesiánico de los gobernantes, fueron las clases medias mexicanas, cautivas de la Secretaría de Hacienda, con alzas constantes de cargas fiscales en sus percepciones salariales y en los precios de bienes y servicios al consumidor.
Los afanes, actualmente, del presidente Andrés Manuel López Obrador por convertirse en el guía de las naciones latinoamericanas, lo está llevando a hacer de su gobierno de la Cuarta Transformación, una calca del gobierno populista del Echeverriato al regalar eufórico el dinero de todos los mexicanos, a las naciones centroamericanas y por todas las comunidades rurales del país, pero no con las bases de generar empleos formales, sino sólo con el afán de recibir aplausos y votos para sentir la gloria del poder absoluto en México.
El crecimiento Cero de la economía en su primer año de gobierno, así como la tendencia para repetir la historia en el segundo año de la gestión, marca ya una grave alerta de que el neopopulismo lopezobradorista y su gusto por el derroche del dinero público a cambio de incienso y porras, lleva a México directamente a la quiebra económica y al empobrecimiento de las clases medias, principales víctimas fiscales de la ambición del presidente todopoderoso, ¿no le parece a usted, estimado lector?